La terapia neural, ayudando en el dolor
Terapia neural significa tratamiento mediante el sistema nervioso, especialmente el vegetativo, el cual se halla, de un modo mayoritario, en la piel.
El sistema nervioso es entendido como un integrador de los diferentes órganos y tejidos de nuestro cuerpo, pues es una red de información que llega a todas las células a través de la matriz extracelular. Esto hace que cualquier irritación que altere las propiedades de una parte de este sistema estará afectando a su totalidad, y se sentirán y apreciarán las repercusiones allí donde se encuentre una predisposición a la disfunción (el «talón de Aquiles o punto débil», determinado por la constitución individual).
La terapia neural busca neutralizar estas irritaciones que, afectando el tono neurovegetativo, desencadenan o catalizan la enfermedad. Esta neutralización se consigue aplicando un anestésico local (generalmente procaína) en bajas concentraciones específicamente en los sitios donde el sistema nervioso vegetativo ha sufrido agresión o lesión.
Eliminando estos bloqueos que alteran el intercambio de información y elaboran estímulos irritativos a la red nerviosa se pretende reactivar los mecanismos de regulación para que el propio organismo produzca sus propias reacciones autocurativas, desarrollen su actividad y le conduzcan a un nuevo orden mediante su propia fuerza vital.

Las indicaciones de la terapia neural abarcan numerosas enfermedades, destacando las siguientes:
- Trastornos y síndromes dolorosos de etiología reumática, neurológica o ginecológica
- Cefaleas y migrañas
- Amigdalitis, faringitis, sinusitis y otitis
- Alopecia
- Enfermedades cardíacas y circulatorias
- Asma bronquial
- Artritis, artrosis y lumbalgias
- Estrés; decaimiento físico y anímico; depresiones nerviosas, y trastornos de la vejez